lunes, 28 de mayo de 2012

Michel Houellebecq - Las partículas elementales

Michel y Bruno son dos medio hermanos abandonados por la madre cuando se marchó a vivir en una comunidad hippie.
Michel se mudó con la abuela, mientras que Bruno fue llevado por el padre a un internado.
Son hijos de una generación, la de los sesenta, vista por el novelista como una farsa.
La vida de ambos, solitaria, carente de afecto, tiene por resultado dos adultos disfuncionales, escépticos, incapaces de relacionarse con los demás o de sentir placer.
Michel es un prestigioso investigador en el campo de la biología molecular, impotente para sentir apego por nada de lo que lo rodea.
Bruno es un profesor de literatura, cínico y obsesionado por el sexo.
La novela se sitúa en los albores del nuevo milenio, y sus personajes, un producto de la sociedad actual, parecen tal como ella misma, destinados inexorablemente al suicidio.
El árido, estéril transcurrir dominado por la rutina y el tedio, es interrumpido por vanos y no convencidos intentos de escapar al vacío de sus vidas, en una larga agonía que tiene como único final la enfermedad y la muerte.
La escritura de Michel Houellebecq es fría, descarnada, distante, impiadosa, como el universo científico al que recurre en continuos apuntes durante el relato.
Los personajes no despiertan en el autor la menor empatía o compasión y son observados de forma indiferente, desaprensiva, despiadada, cruel, como a través de un microscopio.