martes, 27 de abril de 2010

Takashi Miike - Big Bang Love

Takashi Miike es versátil, prolífico, bizarro, provocador, y en su cine conviven violencia, humor, parodia, absurdo y aberraciones varias.
El tema explícito en su obra es la alienación, el aislamiento de individuos que se esfuerzan por ser aceptados en una sociedad que los rechaza, procurando una ilusoria adaptación a un mundo inhospitalario.
Expatriados -es recurrente en sus filmes la referencia a la discriminación que padecen los chinos en Japón-, abandonados a su suerte con una historia de infancia perdida.
El argumento es por demás simple: dos detenidos recién ingresados al penal son llevados a una celda, al tiempo Shiro Kazuki (Masanobu Andō) es hallado muerto y Jun Ariyoshi (Ryūhei Matsuda) confiesa el crimen.
A continuación, se lleva a cabo la investigación para encontrar al culpable, que cuenta entre los sospechosos al propio director de la prisión.
Pero ocurre que en Big Bang Love la trama es accesoria: fragmentaria y hermética; importa lo que sugiere: la mirada sobre la sociedad, y en esta oportunidad en particular, sobre la administración de justicia: rigurosa, aséptica, deshumanizada; y por supuesto, la puesta en escena: siempre innovadora, impactante, diferente del realizador japonés.