Dexter Gordon es considerado el primer verdadero saxofonista tenor be-bop, estilo de jazz que tuviese su apogeo en la década del cuarenta del siglo XX.
La referencia no es menor, debido a que también es un emblema del hard-bop, subgénero que dominara desde mediados de los cincuentas hasta mediados de los sesentas, lo que explica su trascendencia.
Una de sus mayores influencias es el saxofonista tenor Lester Young, una leyenda de la era pre-bop.
A su turno, Dexter Gordon ejerció su propio influjo sobre los más grandes tenores que lo sucedieron: John Coltrane y Sonny Rollins.
Dueño de un tono redondo y robusto, que resulta incomparable en las baladas, interpretadas de forma profunda e intensa.
Acostumbraba recitar sus letras antes de tocarlas para capturar su auténtico significado.
Al respecto, en una entrevista expresó lo siguiente: "Cuando sabes la letra de una melodía... tienes algún tipo de conocimiento de esa composición...
Si no entiendes de que trata, te estás privando a ti mismo de ser realmente capaz de comunicar ese poema."
Sus inicios fueron como integrante de las bandas de Lionel Hampton y Billy Eckstine, a principios de los cuarentas. Por esos años, además compartió escenarios con Louis Armstrong y Charlie Parker.
Desde la mitad de la citada década hasta principios de los cincuentas forma un dúo con Wardell Gray. Desafortunadamente, el resto de los años cincuenta están signados por problemas de drogas y una estadía en la cárcel.
En el primero de sus regresos, graba sus clásicos álbumes para el sello Blue Note, representando un renacimiento personal y profesional.
En 1962, luego de ser invitado a tocar durante dos semanas en el club de jazz Ronnie Scott's en Londres, es el momento de un exilio auto-impuesto en Europa durante un lapso de quince años, radicándose principalmente en Copenhague, donde encontraría el merecido reconocimiento no recibido en su país de origen dentro de un contexto de mayor tolerancia racial, participando de extraordinarias sesiones, entre las que se destaca la reunión en París con otros dos expatriados, el pianista Bud Powell y el baterista Kenny Clarke, a los que se suma el contrabajista francés Pierre Michelot, que diera origen a uno de sus más distinguidos discos, de nombre Our Man in Paris (Blue Note, 1963).
Su regreso a Estados Unidos se produce en 1976, presentándose con notable éxito en the Village Vanguard de Nueva York.
En 1986 obtiene una peculiar consagración como actor por su papel en el filme de Bertrand Tavernier Roun' Midnight, donde encarna a un saxofonista desarraigado, virtualmente consumido por su arte, rescatado de la autodestrucción a causa de la adicción al alcohol por un fiel aficionado dedicado a su cuidado.
La película, basada en una novela biográfica de Francis Paudras cuyo título es Dance Of The Infidels, e inspirada en las vidas de Bud Powell y Lester Young, captura con enorme dramatismo la torturada vida de su protagonista, repartida entre los clubes de jazz y un triste hotel de París en los cincuentas; y significa un retrato fiel de los músicos de jazz de la generación dorada de una subyugante belleza.
La foto de Herman Leonard atrapando a Dexter Gordon al expulsar el humo de un cigarrillo durante una sesión en el Royal Roost de Nueva York en 1948, es uno de los mayores íconos gráficos de la historia del jazz.
La referencia no es menor, debido a que también es un emblema del hard-bop, subgénero que dominara desde mediados de los cincuentas hasta mediados de los sesentas, lo que explica su trascendencia.
Una de sus mayores influencias es el saxofonista tenor Lester Young, una leyenda de la era pre-bop.
A su turno, Dexter Gordon ejerció su propio influjo sobre los más grandes tenores que lo sucedieron: John Coltrane y Sonny Rollins.
Dueño de un tono redondo y robusto, que resulta incomparable en las baladas, interpretadas de forma profunda e intensa.
Acostumbraba recitar sus letras antes de tocarlas para capturar su auténtico significado.
Al respecto, en una entrevista expresó lo siguiente: "Cuando sabes la letra de una melodía... tienes algún tipo de conocimiento de esa composición...
Si no entiendes de que trata, te estás privando a ti mismo de ser realmente capaz de comunicar ese poema."
Sus inicios fueron como integrante de las bandas de Lionel Hampton y Billy Eckstine, a principios de los cuarentas. Por esos años, además compartió escenarios con Louis Armstrong y Charlie Parker.
Desde la mitad de la citada década hasta principios de los cincuentas forma un dúo con Wardell Gray. Desafortunadamente, el resto de los años cincuenta están signados por problemas de drogas y una estadía en la cárcel.
En el primero de sus regresos, graba sus clásicos álbumes para el sello Blue Note, representando un renacimiento personal y profesional.
En 1962, luego de ser invitado a tocar durante dos semanas en el club de jazz Ronnie Scott's en Londres, es el momento de un exilio auto-impuesto en Europa durante un lapso de quince años, radicándose principalmente en Copenhague, donde encontraría el merecido reconocimiento no recibido en su país de origen dentro de un contexto de mayor tolerancia racial, participando de extraordinarias sesiones, entre las que se destaca la reunión en París con otros dos expatriados, el pianista Bud Powell y el baterista Kenny Clarke, a los que se suma el contrabajista francés Pierre Michelot, que diera origen a uno de sus más distinguidos discos, de nombre Our Man in Paris (Blue Note, 1963).
Su regreso a Estados Unidos se produce en 1976, presentándose con notable éxito en the Village Vanguard de Nueva York.
En 1986 obtiene una peculiar consagración como actor por su papel en el filme de Bertrand Tavernier Roun' Midnight, donde encarna a un saxofonista desarraigado, virtualmente consumido por su arte, rescatado de la autodestrucción a causa de la adicción al alcohol por un fiel aficionado dedicado a su cuidado.
La película, basada en una novela biográfica de Francis Paudras cuyo título es Dance Of The Infidels, e inspirada en las vidas de Bud Powell y Lester Young, captura con enorme dramatismo la torturada vida de su protagonista, repartida entre los clubes de jazz y un triste hotel de París en los cincuentas; y significa un retrato fiel de los músicos de jazz de la generación dorada de una subyugante belleza.
La foto de Herman Leonard atrapando a Dexter Gordon al expulsar el humo de un cigarrillo durante una sesión en el Royal Roost de Nueva York en 1948, es uno de los mayores íconos gráficos de la historia del jazz.
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